Hay mucho desconocimiento de las prácticas antisoborno por de la mayoría de las empresas latinoamericanas y por tanto no lo combaten. Seguramente se debe a que no han visualizado el costo del soborno.
El soborno perjudica económicamente porque:
Las empresas sacrifican parte de sus utilidades para obtener contratos.
Muchas empresas quedan fuera de la competencia y en muchos casos desaparecen.
Los clientes no reciben la calidad esperada.
La comunidad repaga las obras y servicios públicos con sus impuestos o con la inflación.
Los accionistas reducen sus retornos.
Los funcionarios y empleados se desmotivan
Solo ganan los participantes en los sobornos.
En tanto los empresarios y directivos de instituciones públicas cuantifiquen las pérdidas económicas que representa el soborno, se podrían interesar en los mecanismos de lucha contra el soborno existentes tal como los sistemas de gestión antisoborno ISO 37001.
En la siguiente NOTICIA se detalla el resultado de una investigación realizada por universidades en latinoamericana.
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