La simulación de procesos permite crear escenarios hipotéticos para conocer y cuantificar sus resultados. 

Cuellos y riesgos

Una vez realizado el modelado de los procesos corresponde someter a dicho modelo a pruebas de eficacia y eficiencia con el fin de determinar cuellos de botella y riesgos que impiden alcanzar los propósitos de los procesos.

Mediante un trabajo manual o soportado por aplicaciones de gestión de procesos, se simula la ejecución del proceso usando el diagrama de flujo, preferentemente con la participación y colaboración del responsable del proceso y los demás colaboradores directa e indirectamente involucrados en el proceso:

• Establecer un límite en términos de tiempo y costo para el proceso
• Simular manual o automáticamente la ejecución del proceso
• Identificar los cuellos de botella y los puntos del flujo del proceso en los que se manifiestan deteniendo el flujo de trabajo
• Identificar los riesgos y los puntos del flujo del proceso en los que se manifiestan retrasando el flujo de trabajo 
• Realizar los cambios necesarios al diagrama de flujo para eliminar los cuellos y mitigar o eliminar los riesgos identificados.

Una vez optimizado el proceso se debe realizar nuevamente la simulación del proceso y demostrar que alcanza los resultados previstos.

Simulación Estadística 

Muchas aplicaciones para gestión de procesos permiten incluir datos en los objetos de los diagramas de flujo tales como duraciones de las tareas, probabilidades de ocurrencia de las compuertas, tiempos acumulados del proceso, tipo de distribución estadística de cada evento, etc. mediante los cuales se estima la duración total y se identifica automáticamente cuellos y riesgos.

Usando estas herramientas se puede predecir los efectos de distintos escenarios, los rendimientos, costos y en general considerar diversas opciones para seleccionar la más adecuada para lograr los objetivos de los procesos.